Pieza digital generativa
Proyecto Landarte
Impulsado por Dirección General de Cultura – Institución Príncipe de Viana del Departamento de Cultura y Deporte (Gobierno de Navarra)
1. m. Acción y efecto de descaminar.
2. m. Cosa que se quiere introducir de contrabando.
3. m. Desatino (‖ locura).
4. m. desus. Derecho impuesto sobre las cosas decomisadas.
El programa Landarte. Cultura contemporánea y ruralidad, impulsado por la Dirección General de Cultura – Institución Príncipe de Viana del Departamento de Cultura y Deporte del Gobierno de Navarra, tiene por objetivo poner en relación las prácticas de artistas contemporáneos navarros con contextos rurales de la Comunidad Foral. En la edición de 2021, Pr0t0c0lectiv0 fue invitado a trabajar con los habitantes del Valle de Arce, situado en la Merindad de Sangüesa.
Dada la gran extensión que ocupa el valle, la dispersión de sus poblaciones y la diversidad social y política que presenta, el proyecto Descamino consistió en repartir más de 60 cámaras fotográficas de un solo uso entre los vecinos colaboradores de las distintas localidades para que registrasen –con el alcance que solo puede dar la mirada de quien habita un lugar, trabaja sus tierras o arregla sus casas– su visión particular del valle y su relación con el mismo, centrándose en su entorno cotidiano más inmediato.
Posteriormente, tras analizar las series fotográficas de cada colaborador, se articularon un par de prototipos artísticos. De un modo similar al empleado desde tiempos ancestrales por los aborígenes australianos con sus songlines (trazos de canción), se encontraron líneas que conectan el territorio, atravesando el valle completamente. Estos trazos visuales se mostraron mediante una presentación hipertextual y participativa en el ayuntamiento del valle, donde los colaboradores pudieron intervenir para comentar algunas de sus imágenes
El fotolibro se editó en tapa blanda. Contiene 320 páginas y alberga alrededor de 310 fotografías. La edición del mismo se gestó utilizando la presentación y su mecánica hipertextual para relacionar y alternar las diferentes secuencias entre sí. El resultado final, con las imágenes situadas a sangre en todo momento, obliga a los lectores a tener que girar el libro para observar las composiciones verticales y las horizontales. Para preservar la crudeza de las imágenes se minimizó el empleo del diseño editorial.
Algunas de las imágenes de los colaboradores (se excluyeron los retratos) aparecen como fondo en una web donde un algoritmo de inteligencia artificial se ocupa de reconocer los diferentes elementos y suplantarlos por otros extraídos de bancos de imágenes online. El resultado fue un collage generativo que mezcla mundos y crea imágenes sugerentes, pero difícilmente inteligibles.